Talentos
ocultos (Hidden figures). 2016. Director: Theodore Melfi. Reparto: Taraji P. Henson (Katherine Johnson); Octavia Spencer (Dorothy
Vaughn); Janelle Monáe (Mary Jackson) y Kevin Costner (Al Harrison).

Con la llegada de los premios, llega una bella época del año
donde las carteleras de cine se llenan de lo mejor del séptimo arte, o por lo
menos, lo más galardonado durante el año, permitiendo a los espectadores
contemplar de primera mano, los trabajos más elaborados de la industria,
construyendo así sus propios criterios de cara a la noche de premiación,
allegando fanáticos o detractores, a una u otra producción, y por lo visto en
las salas, permitiendo asistencias masivas de personas que en muchos casos,
buscan un divertimento de fin de semana o en otros casos, tener el placer de
ver antes de la gran noche (26/02/17), todas y cada una de las competidoras en
las más reconocidas categorías, y saber qué tanta afinidad se tiene con la
crítica, tan difundida por estos días, incluyéndome.
Dentro de las tantas competidoras en cartelera, tuve la
oportunidad de asistir a una de las favoritas del público en general, de
aquellas emotivas epopeyas personales, tan inspiradoras para tantos, pero que
resultan bastante comunes y simples, para quienes buscan nuevas experiencias, o
como en mi caso, reconociendo la ausencia de nuevas y buenas ideas, por lo
menos contemplar historias, que si bien han sido contadas una y otra vez, por
lo menos permiten observar un nuevo ángulo de los hechos, los acontecimientos
contados desde diferentes perspectivas, que si bien los hechos por sí mismos,
superan la ficción, busque la forma de analizar los contenidos a partir de los
diferentes protagonistas que han participado en estos.
Talentos ocultos, la historia de las mujeres afro americanas
que fueron fundamentales en la carrera espacial de Estados Unidos, desplegada
por su agencia espacial, llegó como último recurso en busca de buen cine, un
domingo en la tarde, cuando en todas las taquillas el sold out, es una constante y cuando no hay mayor chance de asistir
a salas más especializadas por motivos de desplazamientos y tiempo entre las
salas y el hogar, no hubo más remedio que ver la película que quedó por
descarte y que además, tiene como aliciente, estar nominada en la máxima
categoría de los premios de la Academia.

Basada en hechos de la vida real, por aquello que en un
mundo como este la realidad termina siendo más emotiva que la teatralidad,
llegó a la gran pantalla la historia de tres mujeres afro americanas, ubicadas
en un tiempo y lugar característico con la época de las grandes luchas civiles
por el fin de la segregación, lucha que a la fecha se sigue dando y con un
claro derrotado, quienes gracias a la brillantez de sus mentes, han logrado
escalar a puntos inimaginables para la gran mayoría de la sociedad, y que
gracias a sus notables habilidades, son asignadas en labores relevantes para la
carrera espacial, la cual veía cómo la Unión Soviética, llevaba la delantera en
tiempos de la guerra fría, infundiendo toda clase de temores en la comunidad y
teniendo como factor común la frustración de políticos y técnicos, por no poder
tener la clave para resultar vencedores en esta campaña por conquistar el
espacio.
Katherine (Henson), mujer prodigio de las matemáticas, la
física y le geometría; Mary (Monáe), experta en cálculos y diestra conocedora
de los pormenores de la ingeniería; y Dorothy (Spencer), supervisora de labor
pero no de reconocimiento, hábil mecánica e inquieta en asuntos informáticos,
hacen parte del grupo denominado como computadoras, aisladas en el ala más lejana
de las instalaciones de la NASA, aptas para funcionarios de raza negra, y cuya
función es sacar todo tipo de cálculos en las funciones de las áreas que componen
la agencia, reciben periódicamente asignaciones para suplir cargos con vacantes
temporales, las cuales, para la época en que se desarrolla la historia,
terminan siendo vitales en la carrera espacial, convirtiéndolas en una suerte
de súper heroínas, cada una con un poder especial, que las hará sumamente
relevantes en el devenir de la NASA, siendo la labor de Katherine la más
importante, por estar directamente inmiscuida en el lanzamiento de misiones
tripuladas por humanos al espacio, labor que ya cumpliría con éxito la Unión
Soviética, en cabeza de Yuri Gagarín.
Ellas tres, además de abnegadas funcionarias, muestran su
lado más humano, al interior de sus hogares, saliendo de su rol de genios, para
convertirse en madres, esposas e hijas, siendo parte de una comunidad que ve
poco a poco, cómo su lucha contra el racismo, da sus primeros frutos, así como
sus grandes derrotas, teniendo que ser víctimas de la amplia resistencia que la
igualdad tenía en una sociedad segregada, con la supremacía blanca a cargo de
todo, dejando para est6a minoría una labor apenas reconocible.
Aparte de su amistad, los destinos de esta tres mujeres se
cruzarían con un mismo objetivo, el de poner al Teniente John Glenn en órbita,
en una misión que lo llevaría a trazar un rumbo alrededor del planeta, para dar
pie a nuevas misiones, que dependerían por completo del éxito del Mercury 7,
ese grupo de soldados destinados a ser pioneros más allá de los límites del
planeta, pero cuyo destino, tendría más de un obstáculo, en especial por la
falta de visión del equipo de expertos al mando de Al Harrison (Costner), quien
veía en varias ocasiones frustrada su función, debido a los problemas que
presentaban sus cálculos, situación que entraría a resolver Katherine con su
ingenio y visión más allá de los números, Mary con sus consejos para aprovechar
y recomponer la estructura de la cápsula espacial que llevaría y traería con
vida al tripulante y finalmente, Dorothy, quien con su vocación de ir un paso
más allá, vio una oportunidad ante lo que los demás veían como un problema, e
hizo suya la misión de poner a andar la mega computadora IBM, a pesar de los
sacrificios que conlleva el progreso.

El final, feliz, tal como lo demuestra la historia, dando
testimonio de un reconocimiento tardío a estas mujeres y resultando como un
homenaje al esfuerzo más allá de las fuertes limitantes que su género y su
raza, pusieron sobre ellas, resultando también como un modelo revolucionario,
más allá del ámbito netamente proselitista, endilgado a figuras como Malcolm X
o Martin Luther King Jr., mostrando no solo igualdad de capacidades con sus
pares blancos, sino demostrando que pueden estar un escalón más arriba en la
resolución de necesidades de toda la sociedad.
Es cierto que la historia puede resultar bastante
inspiradora en temas de género, mostrando las desventajas y la lucha por
posicionarse, de las mujeres en una sociedad completamente dirigida por hombres,
y en temas de raza, por mostrar nuevamente, las dificultades que conlleva ser
de color en una Nación de supremacía blanca, pero la historia resulta tan
repetitiva, que la historia se pierde en los mismos lugares comunes de muchas
que han querido representar los temas de opresión bajo una cortina rosa y
dulce, acompañada de un humor simple, haciendo la tragedia más light para los espectadores fit, que cada vez más buscan la ligereza
en las pantallas para no sentir atiborrado su intelecto.
Si vieron “Historias Cruzadas” (The Help), también con
Octavia Spencer dentro de los roles relevantes, asimilarán las constantes
semejanzas de una historia y otra, casi que podría afirmar que Talentos
Ocultos, termina convirtiéndose en una versión de la primera, pero con un
escenario más relevante, pero con tres historias tan parecidas a las de las dos
mujeres sirvientes en casas de blancos ricos, que para el espectador no resulta
en algo novedoso y que pudiera trascender en la comprensión de un problema tan
presenta hoy como ayer, y que Hollywood, a pesar de sus marchas y
aglomeraciones de manifestantes en contra de un gobierno racista, sigue
tratando con pañitos de agua tibia, con guantes de seda fácilmente consumibles
para muchos, y que lastimosamente, tal como sucede en todos los argumentos de
películas con estas características, necesitan a su salvador blanco para
resultar trascendentes, dando como conclusión que al celuloide, solo le
interesan las historias inspiradoras de afro americanos, donde el blanco sea el
héroe.
Técnicamente, la película resulta bien realizada, con
interpretaciones sólidas por este grupo de actrices que ya resultan invitadas
obligadas en cintas de este sub género, tal como se podrá ver la noche del 26
de febrero, donde nuevamente, las protagonistas de “historias Cruzadas”,
vuelven a competir por sendas estatuillas, Octavia Spencer y Viola Davis tal
como lo hicieran en el 2012, pero en diferentes cintas; además, musicalizada
por un nuevo Rey Midas de las bandas sonoras como lo es Pharrell Williams, cuya
labor resulta más como la de posicionar su arte en el séptimo arte, que un
aporte real a la música en el cine, que
en este caso se siente fallida a causa de la exageración, y el tiempo fallido
de las tonadas, donde muchas veces el silencio, pudo ser el mejor acompañante
para el desarrollo del drama.
Sin mucho más que decir, “Talentos Ocultos”, pasa a la
categoría de cine entretenido e interesante de domingo por la tarde, en canal
nacional, intrascendente y sin ser complemento perfecto al momento de narrar la
historia real de esta tres heroínas, a quienes para ser sincero, la película se
queda muy corta en reconocer su aporte a uno de los más grandes logros de los
vecinos del Norte, para lo cual, resulta mucho más recomendable, recurrir a lecturas
sobre el acontecimiento que ver esta película, apta para gustos light, totalmente masticadita.

“Aquí en la NASA todos orinamos del mismo color”
Calificación: 6.5/10
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